
Yago ha perdido la memoria y se propone, como medio para recuperarla, la creación de “una prestigiosa compañía de actores”, seguido por quien lo ha rescatado: un migrante marroquí que trabaja en la estación de ferrocarril como velador; Othello.
Tras darse ambos a la tarea de actuar en las plazas públicas, Othello se ve seducido por los vehículos de la modernidad y opta ( tras conocer a Desdémona –”hija del Dux, gobernador de este pueblo”-, como única espectadora de su acto) por un trabajo de burócrata, abandonando así el sueño de Yago de “llenar los Teatros(…) con un espectáculo que un día evolucionará hasta un tono Trágico, el más alto nivel al que cualquier actor puede aspirar”
Yago se siente traicionado y escribe su propia Tragedia, teniendo, como protagonistas a Othello y a Desdémona y utilizando al Teatro como vía para, devolverlos a su memoria perdida: Ser los personajes de una Tragedia, teniendo así Desdémona, que morir a manos de su amado, Othello.